“Son caníbales aquellos que, para amar, devoran” (Montero Rosa, 1998)
Es curiosa la manera en la que buscamos mantener recuerdos, experiencias, algo de las personas con las que convivimos y amamos, algunas pueden llegar a extremos, por amor. La búsqueda por ser amados parece ser interminable, para muchas personas (que conozco, que son ficción o que a lo lejos reconozco), es su razón de vivir o su meta a alcanzar, como si el no encontrar una persona con la cual estar para siempre es lo peor que puede pasar, por más que seamos conscientes de que las relaciones interpersonales tienen un fin, lo queramos o no.
Recuerdo que desde pequeña mis padres han guardado todos los dientes que se me han caído, pero para el momento en que arruine su colección yo no lo sabia, era mi ultimo diente por caerse, estaba comiendo galletas y de la nada siento algo muy duro en mi galleta, decidí tomar leche para lograr tragar ese pequeño pedazo extraño de lo que según yo, era mi galleta de chocolate, es curioso viéndolo en retrospectiva, sentir en mi boca una sensación extraña y que mi reacción no fuera escupir para examinar que era.
Mientras tomaba un gran sorbo, un sabor diferente pero conocido empezó a mezclarse con el sabor dulce de la leche, era la sangre que brotaba del hueco en mi encía, del sitio al que pertenecía a mi diente recién caído, en el momento en que note esto, mi lengua recorría el vacío reciente, al verme en el espejo, en ese instante me di cuenta que lo que me había comido, era mi diente. Se puede decir que a mis cortos 7 años había cometido un acto caníbal, sin saberlo por supuesto y les había arrebatado a mis padres, su ultima oportunidad de su costumbre antropofágica, que había iniciado desde que nací, cuando guardaron mi primer mechón de cabello.
Repensándome estas situaciones me di cuenta de que hay una línea muy delgada entre el recuerdo amoroso de un momento especial que no volverá a el recuerdo que guarda igual con afecto, pero obsesión, asesinos o caníbales, que no solo se limitan a mechones de cabello, dientes, uñas o pertenencias de sus víctimas, sino que en su mente entienden que al comerse a las personas estarán con ellos para siempre.
우린 참 별나고 이상한 사이야 Estamos en una relación muy rara y extraña 서로를 부서지게 (부서지게) Nos herimos el uno al otro (nos herimos) 그리곤 또 껴안아 (그리곤 또 껴안아) Y nos aferramos el uno al otro (nos aferramos)
You got me feeling like a psycho, psycho Me haces sentir como una psicópata, psicópata
(Velvet Red, 2019)
Es así como aquellos enmarcados en la sociopatía, reafirman su posición de poder sobre otro, su cuerpo, su vida y en algunos casos a través del canibalismo el cuerpo de la víctima y el del caníbal se convierten en uno solo, la demostración de afecto más grande, el amor en su forma más pura.
あいして、あいして、あいして
Ámame, ámame, ámame
ぜんぶ あげる
Te lo daré todo
あなたに あなたに
Te tendré, te tendré
ぜんぶ しょって もらうよ
Tu cargarás todo por mí, ¿dale?
たりない あなたが たりない
No eres suficiente, no es suficiente
はなさないよ ああ
No te dejaré ir, ¡ah!
(Kikuo, 2021)
Esto lo he presenciado desde una edad temprana, esto porque consumía contenido que no era acorde a mi edad, como películas, que me marcaron para siempre debido a su contenido explicito, sin embargo algo con lo que he sido bombardeada mediáticamente desde siempre, es el canibalismo en la religión católica, beber la sangre de Jesús y comer su carne, es algo que por mucho tiempo solo lo entendí como parte del ritual de la comunión, no había profundizado en lo que realmente significaba, que comieran y bebieran de un hombre que dio su vida por la humanidad, (siendo una niña que realmente no creía) veía a los feligreses rodeados de esas imágenes sangrientas, casi gore, haciendo una fila para devorar el cuerpo de un hombre que se sacrificó por amor, amor a la humanidad. Por supuesto la forma de amor más pura, el canibalismo, es una metáfora de devoción, el cariño convencional no es suficiente, la compañía física tampoco es suficiente, se necesita ser uno en cuerpo y alma con otro, es un amor tan puro, que quién lo consume se purifica, purifica su alma, esto no es exclusivo de iglesias y rituales, siempre existirá el sacrificio por quién se quiere o se ama.
Oye, Hachi, no importa cuánto o con qué frecuencia las personas se lastimen entre sí, amar a alguien nunca es un desperdicio. - Nana
(Yazawa Ai, 2000)
El romance o el amor, muchas veces es mortal, no solo en el sentido literal, los sentimientos pueden llegar a ser tan fuertes que pueden pasar a lo físico o llevarnos a situaciones tan dolorosas en las que lastimamos o salimos lastimades, son los riesgos de amar, lo que podemos llegar a hacer por amor, darlo todo por quien amamos o esperar recibir todo de quien amamos, entregarnos de lleno, aunque carezca de reciprocidad, somos capaces de abandonarnos por complacer las expectativas de quien creemos es “nuestra alma gemela”de la que tanto se ha hablado.
Pensando en esto, podemos ver que nos vemos en medio de la dinámica del amo y esclavo “Es un movimiento contradictorio como ser en sí y ser para otro.” (Ripoll, 2017), quien desde la fuerza del deseo se somete al otro, pues ama más, mientras aquel que solo recibe amor en la relación se siente libre y por tanto no tiene, ni siente la necesidad de querer o quiere pero con menor intensidad, generando inevitablemente una desigualdad, pero a pesar de está, uno de los dos sabe que el valor de amar está en todo lo que entrega.